Porque importa más la calidad que el tamaño.

¿Por qué importa más la calidad que el tamaño? Es una gran pregunta, pero con una curiosa, sencilla y fácil respuesta:

Porque puedes tener muchos amigos, pero el tamaño no lo es todo, en realidad eso es lo que menos importa. Porque tener muchos amigos, no es sinónimo de tener buenos amigos, de ser querido o apreciado. Tener muchos amigos solo se traduce en una cifra. Entonces, debes pararte a pensar. ¿Esos amigos que tienes, han dejado huella en tu vida, están a tu lado cuando lo necesitas? ¿O son solo amigos de juergas?

Conocemos gran cantidad de personas a lo largo de nuestra vida, algunas de pasada, algunas son meras anécdotas, otras marcan tu vida e incluso la cambian. Desde nuestra familia a los conocidos, compañeros de clase, profesores, compañeros de trabajo, entrenadores deportivos, y amigos.

Pero los amigos, son la gente que de verdad importa, aquellos que aportan algo a tu vida, los que perduran, los que siempre te acompañan en el camino y crean la luz que aleje la oscuridad de tu lado. Son un rayo de sol, una lagrima, una ráfaga de viento que te azota en la cara y quienes construyen un camino al lado del tuyo para que nunca te sientas solo.

Nosotros, comenzamos siendo un grupo grande, cada vez más, hasta que poco a poco, con el paso del tiempo nos fuimos quedando unos pocos, un grupo sólido y fuerte de amigos.
Nunca me había dado cuenta de lo afortunados que éramos por habernos encontrado hasta que formamos este definitivo grupo, y fue cuando descubrí que es de verdad la amistad.

Las locuras de un día de fiesta se quedan reducidas a meras anécdotas divertidas de nuestra vida juntos. Cada uno de nosotros ha dejado su pequeña huella en los demás, y son parte de nuestra vida, siempre en cada momento están a nuestro lado.

Hemos ido creciendo y cambiando juntos, a cada paso, cada día, y lo que nos enriquece aun más son nuestras experiencias.

Porque los amigos son ángeles que te levantan cuando te has caído, y te dan sus alas cuando tú has perdido las tuyas. Son otra forma de familia, personas con quienes puedes ser tu mismo, que te apoyan, te ayudan, y a los que corresponder de igual modo.

A veces hay roces, pero sabemos perdonarnos y aprender de nuestros errores, levantarnos y seguir nuestro camino como si nada hubiese pasado.

Porque somos pacientes, sabios, y a la vez algo estúpidos. A veces ciegos, y a veces sabemos que podemos confiar a ciegas, porque ellos nos guiarán para no perder el rumbo.

Siempre reímos y lloramos juntos, compartimos nuestras alegrías, nuestras penas, nuestras frustraciones, aciertos, nuestros logros... Fuimos, somos y seremos siempre amigos; tanto los que nos conocemos de un año, como los de toda una vida, los nuevos o los que están por llegar.

Por todo ello, los Suns kaboom son mis amigos, porque mi vida no sería lo mismo si ellos no estuviesen conmigo. Porque les quiero, y les agradezco de corazón que sean como son, porque son los mejores, los más grandes amigos que hubiese podido desear.